Después de quince meses, ¡¡¡quince!!!, sin pisar el mar, nos adentramos en las playas de la costa atlántica de Buenos Aires, a unos 350 kilómetros de la capital, que aquí son 6 horas de autobús. La idea es como la de cualquier lugar español de veraneo pero todo es mucho más natural y vírgen, más auténtico.
En concreto, Mar Azul, es un bosque sobre el que se ha levantado uns ciudad pequeñita sin asfaltar.
Así:
La playa es mu bonita